miércoles, 23 de abril de 2014

La próxima semana se realizará el 27mo Café Ufológico de Mendoza

La próxima semana se realizará el 27mo Café Ufológico de Mendoza
por Luis Emilio Annino




El próximo miércoles 30 de abril se llevará a cabo el 27mo Café Ufológico de Mendoza, nuestra habitual convocatoria para que todos los interesados, estudiosos e investigadores del fenómeno OVNI y de la posibilidad de vida extraterrestre se acerquen para compartir sus pensamientos, ideas, conocimientos y experiencias sobre diversos aspectos relativos a este interesante asunto.

En nuestro encuentros se promueve el intercambio de conceptos, opiniones y reflexiones vinculados al tema OVNI-vida extraterrestre de un modo abierto y franco, señalando también que las conversaciones se efectuarán en un ámbito caracterizado por el debido respeto, la cordialidad y la tolerancia. Cabe agregar que no se permite el uso de grabadores o filmadoras por parte de terceros para no afectar ni condicionar la libre expresión de los presentes. Sólo la organización toma fotografías para registrar visualmente el encuentro. La asistencia es libre y gratuita, sólo se establece el compromiso de pagar lo que se consume en el lugar.

El Café Ufológico de Mendoza apoya e incentiva la creación de este tipo de reuniones ovnilógicas en otras partes del país y del mundo, tales como los existentes en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Colón (Entre Ríos), Corrientes, La Plata (Buenos Aires), Resistencia (Chaco), Rosario y Santa Fe, que conforman la Red Argentina de Cafés Ufológicos, junto a los cafés organizados en Valparaíso (Chile) y Valencia (España).

Poblar otros planetas contribuirá al desarrollo de los vuelos espaciales


Proyecto Mars One (Crédito: visualoop.com)
La colonización de otros planetas sería un potente estímulo para crear nuevas tecnologías que contribuirían al futuro desarrollo de los vuelos espaciales tripulados, estimó el miembro correspondiente de la Academia rusa de la Astronáutica Tsiolkovski, Andréi Ionin.

El investigador citó como ejemplo el proyecto de una base habitable en Marte.

“Para la colonización de Marte ya disponemos de tecnologías de la astronáutica convencional, en particular de cohetes portadores y naves espaciales”, indicó.

Señaló que el proyecto de ida y vuelta al Planeta rojo que se lleva discutiendo desde hace 40 años no se realizó aún ya que requeriría una nave que pesara al menos 500 toneladas. Sin embargo, una misión de colonos que viajarían para quedarse podría efectuarse con un vehículo de 100 toneladas, algo abordable hoy en día, añadió.

A la vez, Ionin recalcó que los futuros colonos precisarán varias tecnologías nuevas.

“Necesitarán robots porque tendrán mucho que hacer en Marte y habrá pocas personas, al menos, al principio. Requerirán impresoras tridimensionales, tecnologías de ahorro energético, métodos de reciclaje de los desechos y de “cultivo” de alimentos. También, para sobrevivir en Marte deberán echar mano de la ingeniería genética y biológica”, afirmó.

Según Ionin, un proyecto de colonización impulsaría el desarrollo de esas tecnologías en la Tierra. Estimó, además, que las autoridades deberían incentivar a los inversores de la misión.

http://sp.ria.ru/science_technology_space/20140412/159761541.html


Descubren un planeta “habitable” y similar a la Tierra
Orbita una estrella enana a unos 500 millones de años luz. Podría existir agua en forma líquida, ideales para la vida en su superficie.


Un diagrama compara los dos sistemas alrededor de las estrellas. (NASA)
La NASA anunció la existencia de un planeta de tamaño similar al de la Tierra y en el cual podría existir agua en forma líquida, anunció la Agencia Espacial Estadounidense (NASA).

El mismo orbita la estrella enana Kepler-186, a unos 500 millones de años luz. Se lo llamó Kepler-186f, debido al telescopio espacial que fue el primero que notó su existencia.

Posteriormente, fue analizado por el telescopio Géminis Norte de ocho metros y su vecino, el telescopio Keck II de diez metros, ambos en Mauna Kea, Hawai. “Es extremadamente difícil detectar y confirmar estos planetas del tamaño de la Tierra y ahora que hemos encontrado uno queremos encontrar más", dijo en una teleconferencia Elisa Quintana, investigadora del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).

Si bien por un “censo” realizado por el Kepler se estimaba que una de cada 5 estrellas similares al Sol podría tener planetas habitables, esta es la primera confirmación en un 99,98% de que hay planetas similares a la Tierra en otras galaxias.

Una ilustración de cómo sería el planeta similar a la Tierra. (NASA)
"Las observaciones de Keck y de Géminis combinadas con otros datos y cálculos numéricos nos permiten confiar un 99,98 por ciento en que Kepler-186f es real", confirmó Thomas Barcklay, del Instituto de Investigación Ambiental del Área de la Bahía en Ames.

En febrero pasado la NASA anunció que el telescopio Kepler, que orbita a 149,5 millones de kilómetros de la Tierra desde hace cinco años, había añadido 715 exoplanetas a la lista de un millar de cuerpos que orbitan estrellas a una distancia que hace posible la existencia de agua y por lo tanto de vida.

La búsqueda de planetas similares a la Tierra es una de las aventuras mayores en la investigación espacial actual y, aunque se han detectado ya cientos de planetas del tamaño de la tierra y más pequeños, ellos circulan en órbitas demasiado cercanas a su estrella como para que haya agua líquida en su superficie.

El Kepler-186f es el quinto y más alejado de un sistema de cinco planetas, todos con tamaño casi terrestre. La intensidad y el espectro de radiación de la estrella coloca al Kepler-186f en la zona estelar habitable, esto es que, si el planeta tuviera una atmósfera y agua en su superficie, como la Tierra, esa agua probablemente exista en forma líquida.

http://www.clarin.com/ciencia/Descubren-planeta-habitable-similar-Tierra_0_1121888171.html


El hacedor de satélites
Por Ana Claudia Rodríguez




El hacedor de satélites

Al llegar a la NASA, en 2010, Emiliano Kargieman notó algo raro: la tecnología utilizada era de posguerra. Por eso, este argentino se propuso innovar en el espacio y llegar hasta el cielo.

Cuando el programa de correo electrónico se abre para enviar un mail a Emiliano Kargieman, el casillero de “asunto” ya empieza a trazar su perfil: la frase Join to revolution (Únete a la revolución) aparece automáticamente. Y es que, ya de muy joven se empezaba a atisbar en Kargieman ese espíritu emprendedor que, desde siempre, lo hizo nadar a contracorriente para derribar los límites convencionales. Cuando era adolescente, Emiliano eligió como plataforma de su rebelión lo que en esos años, los noventa, explotaba con desparpajo: la tecnología.

Y fue un hacker incansable y curioso hasta que con sus amigos fueron contratados por la DGI (Dirección General Impositiva) para proteger virtualmente al organismo estatal. Así es como Emiliano no había cumplido los 20 años y ya tenía su propia empresa encargada de comercializar software de seguridad (entre otros clientes, tenía a Apple). Después, en 2006, apoyó empresas tecnológicas en la región. Las detectaba, invertía y las hacía crecer. Ahora Emiliano, con sus 38 años, revela que la filosofía que sustenta sus pasos es “La do-ocracy, no pensar tanto las cosas. Lanzarse a la acción”.

–En 2011 fundaste Satellogic, una empresa que desarrolla tecnología espacial y que puso en órbita, en 2013, el primer nanosatélite de la historia argentina. ¿Cuál fue el momento en el que te empezaste a interesar por el espacio?

–Buscando ideas para un nuevo proyecto, me di cuenta de que la tecnología espacial de la NASA era anticuada, con tecnología de posguerra. Pantallas con números en fósforo verde, como en las viejas computadoras… Cualquier teléfono inteligente utiliza hoy tecnología más sofisticada. Si bien en el período de los años sesenta la agencia espacial asumió grandes riesgos (pusieron al hombre en la Luna, por ejemplo), en general ha sido un sector dominado por una mentalidad adversa al riesgo, conservadora, con poca tolerancia al fracaso. Eso ha provocado que la innovación permease de una manera mucho más lenta. Pero ahora parece que las empresas privadas están dispuestas a asumir ese riesgo y será por esa vía que la industria espacial se modernizará.

–Tu empresa se suma a este panorama de innovaciones.

–Sí, nosotros estamos en una fase experimental, pero ya lanzamos en 2013 dos nanosatélites: Capitán Beto (un homenaje a Luis Alberto Spinetta) y Manolito (el personaje de Mafalda). Calculamos que en este 2014, para abril o mayo, estaremos lanzando desde Rusia el Piloto Pirx (esta vez el equipo de Kargieman rinde tributo a un personaje de ficción, un astronauta, del escritor polaco Stanislaw Lem). El último nanosatélite se encargará de grabar videos y tomar imágenes de la Tierra en alta resolución.

–¿Cuáles son las aplicaciones a las que se destinarán esas imágenes?

–Ayudarán a monitorear, en tiempo real, varias actividades. Imaginá poder vigilar las fronteras y los vehículos en movimiento, detectar incendios forestales, seguir la pista a piratas somalíes o identificar la onda expansiva de un tsunami.

–¿No existía hasta ahora la posibilidad de fotografiar desde el espacio?

–Sí, existía, pero lo que nosotros pretendemos es democratizar este servicio: hacerlo más accesible tecnológicamente y menos costoso. Los satélites de observación de la Tierra actuales pueden tomar una imagen cada tres días; nosotros estamos trabajando para crear una plataforma de unos quince satélites, de modo que se pueda hacer una foto cada cinco minutos.

–¿Y cuál es la diferencia de precios?

–Nuestros nanosatélites no llegan al millón de dólares, mientras que los equivalentes tradicionales valen cientos de millones de dólares.

–Al volverse más accesible el lanzamiento de satélites, ¿no habrá una saturación de objetos en el espacio?

–Se calcula que existen unos veintidós mil objetos, desde la fase de un cohete hasta un tornillo. Parece mucho, pero el espacio es muy grande. En el futuro tendrá que estar regulado. En cuanto a los nanosatélites de Satellogic, tienen un tiempo limitado: dan vueltas tres años y luego entran en la atmósfera, donde se desintegran.

–¿Qué dimensiones tienen estos nanosatélites?

–Pesan unos dos kilos y tienen el tamaño de una caja de zapatos, aunque el Piloto Pirx será un poquito más amplio, de unos veinte centímetros más de lado. No solo son más baratos que los convencionales, sino también más pequeños y más ágiles.

Al escuchar el discurso de Kargieman, parece que los emprendimientos requieren solo el talento de quien los abandera y que es casi automático su desarrollo y su éxito. Pero en el detalle de la historia, Emiliano demuestra que, además de genialidad y pasión, hay mucho trabajo.

Salvar la Tierra

“Existe la posibilidad de que rompamos nuestro planeta; por eso, hay que hacer un back-up de la Tierra en algún lado, del material genético y de su biosfera. Debemos tener la capacidad de salir para explorar otros lugares” dice Emiliano.

–¿Por eso, como has dicho muchas veces, es necesario democratizar la tecnología espacial?

–Sí, esa es una de las razones, pero también porque podremos garantizar la supervivencia de la especie si entendemos qué es lo que está pasando con la salud de nuestro planeta, cómo se va modificando en el tiempo y cuál es la manera de resolverlo. Hablo del estado del agua, del calentamiento global, la difusión de plagas y enfermedades… Democratizar, además, porque esta tecnología dejaría de estar en manos exclusivamente de los países ricos y las grandes corporaciones. Se popularizaría y masificaría. Y cuando el uso se masifica, aparecen cosas maravillosas. Hace muy poco un artista coreano lanzó un satélite pensado solo como una obra de arte, sin ninguna funcionalidad... Sin duda está cambiando la relación que tenemos con el espacio.

En diez años, turismo espacial

–¿Cómo pronosticás el estado del sector a corto y medio plazo?

–En los próximos años habrá más satélites y más lanzadores, y también más aplicaciones. Ahora mismo hay un gran universo de nuevos emprendimientos que están empezando a surgir y que van a modificar nuestro vínculo con lo espacial (se está estudiando cómo generar energía en el espacio usando packs solares fuera de la Tierra, o bien cómo explotar materias primas provenientes de asteroides u otros planetas menores). En la próxima década, probablemente haya un pequeño boom del turismo espacial, por lo menos para gente de gran poder adquisitivo. Habrá una base permanente en la Luna y, quizás, un sistema de transporte más o menos periódico en un circuito extralunar. En los próximos treinta o cincuenta años, ya podemos pensar en una colonia habitada fuera de la Tierra.

–En ese futuro, ¿tu empresa estará construyendo naves espaciales?

–Estrictamente, ya hacemos naves espaciales. No ponemos personas dentro, pero esa no es la única manera de explorar el espacio. Con la telepresencia, a través de realidad virtual, podemos comandar una nave espacial o un robot en la Luna y, de alguna manera, indagar también.

–Y en ese futuro, ¿te ves trabajando aún para inventar cosas nuevas?

–Lo que ocurre es que tengo mucha curiosidad por ver cómo van a desarrollarse las cosas. Y como dice Alan Key, la mejor manera de predecir el futuro es hacerlo. Yo de chiquito era fanático de la ciencia ficción y tengo muchas ideas de posibles futuros para la humanidad. Hay algunos de esos escenarios que me gustaría vivir y otras distopías que, en cambio, me gustaría alejar. Construir el futuro es lo que más me gusta.

Cómo logró su objetivo espacial

Su relato es así:
1) Tras observar a la NASA por dentro, Kargieman encontró la brecha en la tecnología espacial.
2) Planteó ante algunos expertos posibles innovaciones; el revés fue monumental.
3) Se encerró en la sede de Houston, seis meses, para estudiar cómo hacer viable su propuesta.
4) Cuando lo consiguió, volvió a la Argentina, consiguió seis millones de dólares del Ministerio de Ciencia de la Nación y el apoyo del INVAP. Hoy, en la página de web de Satellogic está el resultado: un equipo de diez personas, dos nanosatélites en órbita y, en su mesa de consejeros, un exalto cargo de la NASA.

http://www.revistanueva.com.ar/portal/verNota/639


Alternativa OVNI ha publicado su cuarto número



Carlos Sainz, director y editor responsable de Alternativa OVNI, nos ha informado de la publicación del 4to número de esta revista que convoca a investigadores nacionales e internacionales para difundir sus trabajos de investigación y de estudio sobre el fenómeno OVNI y cuestiones afines. Además de la mesurada ponderación presentada por Carlos en su Editorial (p.3) sobre el panorama actual de la comunidad ufológica argentina, se ofrecen los siguientes artículos:

- Luis Alberto Reinoso, EDOVNI Informa: Viaje al sur profundo de nuestro pais en busca de evidencia ovni y al rescate de un objeto estrellado en la zona del Cerro Piltriquitron, El Hoyo, Provincia de Chubut. fecha del 8 al 20 de noviembre del 2013, pp.6-11.
- Milton W. Hourcade, Despejando el ambiente ufológico, pp.12-15.
- Andrea Perez Simondini, La foto más buscada, p.16.
- Andrés Salvador, Elementos típicos del "camino de aventura" del "héroe" presentes en el relato del encuentro cercano del tercer tipo del caso Ituzaingó (1985), pp.17-22.
- Luis Emilio Annino, Caso Barrio Sanidad, Ciudad de Mendoza (16 de febrero de 1983), pp.23-25.
- Pablo Omastott, Incidente en Paso Lovera, encuentro de alta extrañeza, pp.26-27.

Para conocer más acerca de su contenido, los interesados pueden informarse en el blog Alternativa OVNI, o consultar sobre la edición impresa escribiendo a: alternativaovni@gmail.com.


Finalmente recordamos que nuestra convocatoria es para:

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"27mo Café Ufológico de Mendoza: Día: Miércoles 30 de abril de 2014. Lugar: Café Five Stars - Lavalle 45 (Galería Independencia) - Ciudad de Mendoza. Horario: 19 hs. Participación libre".
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Esperamos contar con su participación. 

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