domingo, 7 de abril de 2013

Estación Hume, Rosario, Santa Fe: Huummm (2 de noviembre de 1968)
por Dr Roberto Banchs (CEFAI)
Crédito: Visión OVNI

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Frente de la escuela de Estación Hume. Todavía conserva su aspecto de pueblito, con sus calles de tierra y grandes espacios abiertos.

“Un grupo de testigos oculares del fenómeno cuyos nombres no nos fue permitido publicar manifestó durante nuestra entrevista grabada: ‘Eran alrededor de las 4 de la mañana del sábado, nos encontrábamos en el interior de la escuela festejando un acto de fin de curso, (cuando) de repente tuve la impresión de oír unos gritos provenientes de la calle, pensé que se trataba de un asalto o un accidente y al salir me encontré con un raro espectáculo: un grupo de personas formado por una maestra y alumnos de la escuela estaba como petrificado observando las evoluciones de un objeto alargado que a 200 metros de altura se encontraba sobre el lugar".

“’Una vez pasada la primera impresión al observar tan extraña escena, pude comprobar que el objeto se asemejaba a un gran fuentón (n: plato grande) invertido, rodeado de una potente luz roja. El OVNI parecía que iba a aterrizar y fue en ese instante cuando pudimos notar con perfecta nitidez los contornos del mismo".

“’Con estupor pudimos ver que la parte superior era transparente y en su interior se notaban claramente cuatro sombras de mediana estatura; personalmente no puedo decir que se trataba de seres, sólo vimos algo que se movía y tenía forma humana…"

“’Luego de unos instantes el objeto realizó un brusco giro y a una increíble velocidad y sin ruido alguno se perdió entre las estrellas dejando tras de sí una blanca estela’”

El artículo concluye señalando: “Los testigos de la observación de este raro acontecimiento que no ha sido publicado en la prensa para evitar el ridículo según nos manifestaron, fueron entrevistados por separado dando todos las mismas explicaciones".

“Uno de los testigos acotó que al tratar de observar el OVNI desde el techo de una casa vecina, fue enceguecido por el intenso resplandor que irradiaba el objeto".

“Luego de una exhaustiva investigación, el departamento de investigaciones ufológicas de la AOA (n: Asociación Observadora de Astros) da por auténtico este caso”.

Nuestras encuestas

De acuerdo a los datos consignados, la observación del OVNI y sus cuatro figuras antropomorfas habría ocurrido el sábado 4 de noviembre de 1968.

Nuestras primeras indagaciones datan de 1984, consultando al director de la citada revista y del grupo AOA, Guillermo Aldunati, quien intervino en las iniciales averiguaciones y redacción del informe publicado en esa época. La tentativa fue infructuosa[2].

Sin haber podido reunir mayores antecedentes, en junio de 1987 procedimos a realizar una investigación in situ, contando con la colaboración de Eduardo Ficarotti. Fuimos a la escuela, lugar de los hechos. Se trata de la Escuela Provincial N° 154, “Julio Bello”, de nivel primario. La misma se encuentra ubicada en la calle Lavalle s/n, al 5600, una arteria de tierra, cuyo frente al Este da a la Estación Hume del F. C. Belgrano (actualmente denominada Estación El Gaucho). Allí nos recibe su vicedirectora, Liliana Álvarez de Lopelle, mostrando una excelente disposición. Ella refiere que en 1968 era alumna de los últimos grados, pero que nunca había escuchado algo referido a la presunta observación de un OVNI en la escuela, pese a los años que tiene como vecina y funcionaria de la citada.

En cambio, nos indica que por la tarde -efectivamente-, se realizaba la fiesta escolar de fin de curso y que la misma se extiende por la noche, hasta las 3-4 de la mañana, con los padres, personal de la escuela, e incluso con algunos niños.

Del mismo modo, hicimos algunas averiguaciones sobre el supuesto avistamiento en la vecindad, a antiguos pobladores de ese medio suburbano, casi rural, con idéntico resultado. Razón por la cual -tras el fallido intento- en agosto de 1991 regresamos a Hume

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Vista desde el árbol ubicado en el patio de la escuela, donde se aprecia un sector de las viejas aulas, aún no demolidas.

Consultamos los libros de actas (registro de personal y cooperadora) correspondientes a 1968, con el propósito de localizar a los eventuales testigos, asistentes a la reunión festiva, o personas que pudieran dar cuenta de lo ocurrido. Fue así como dimos con la directora, María Angélica Rossignol, quien expresó su sorpresa por la noticia, asegurando que de haber ocurrido el episodio, le habrían comentado y seguramente lo recordaría. Hablamos también con Lucrecia Calcagneo de Strano, maestra, por entonces vecina lindera a la escuela (desde cuyo techo de la casa -según el artículo-, uno de los testigos trató de observar el OVNI, siendo enceguecido), manifestando que en esa fecha estaba de licencia debido a una operación, pero que nada sabía al respecto. Conversamos con María Magdalena Baccola de Curzio, maestra, quien dijo no recordar absolutamente nada de semejante aparición. Tampoco su hermana Graciela Baccola, quien vivía hacia los fondos del establecimiento escolar. La portera Juana de Vargas falleció, pero la actual -alumna por esos años- nada sabe al respecto. El presidente de la cooperadora de padres, Ángel Soresci, asegura no haber visto ni saber nada del supuesto OVNI. Otro activo miembro de la cooperadora, Walterio Singolani, tampoco recuerda el episodio, restándole credibilidad a la noticia.

En definitiva, de esta considerable lista de personas que en 1968 se desempeñaban en la escuela, y que en su casi totalidad asistieron a la reunión del fin de año, ninguna recuerda que hubiere ocurrido tan desusado evento, como es la aparición de un OVNI y cuatro figuras de forma humana moviéndose en su interior.

Aún así, persistimos en el propósito de rastrear más información y en septiembre de 1992 hablamos nuevamente con Guillermo Aldunati, quien en esta ocasión fue algo más explícito: “Del caso nos enteramos por la novia de un muchacho que conocíamos, él nos informó y fuimos a hablar, a investigar con el grupo AOA. No recuerdo bien quiénes estaban. En la época en que nosotros fuimos a investigar estaban de vacaciones (n: de verano), de receso lectivo. Por eso hablamos sólo con dos testigos: una empleada doméstica, no portera, que me parece estaba trabajando allí en la escuela, quizás ayudante o auxiliar, que luego se volvió al interior del país, al litoral, y un muchachito de 17 años, que no quisieron dar sus nombres. No recuerdo sus nombres".

“Es que en esa época salíamos a investigar así nomás…, no como ahora que estamos mejor preparados. Pero el caso fue real".

“Sí recuerdo que el OVNI -plato volador por aquel entonces-, apareció como una luz sobre un árbol que estaba ahí, y los testigos (alumnos de los últimos grados, y creo que la directora) se subieron arriba de un tapial para observarlo mejor”.

Bajo la promesa de enviarnos mayores datos, tres meses después nos escribe: “Tema Hume: seguiremos en ‘lista de espera’, me comuniqué ya un par de veces con Reinoso para elaborar un plan de trabajo (¿?) sobre ese caso. Resulta que Luisito está ahora muy ocupado, y mi interés es enviarte nuestras ideas tan pronto sea posible… Sorry be patient…”

Algunas consideraciones

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Durante largo tiempo pospusimos la publicación del presente informe, con la esperanza de reunir toda la información pertinente. Así que, con esta respuesta y tanta demora, ponemos fin a nuestra investigación.

Momento también en que ninguno de nuestros entrevistados parece conocer, o haber tenido la más mínima referencia sobre el episodio en cuestión, y circunstancias en que el llamado a mutis de los únicos encuestadores que habrían conocido a los supuestos testigos ha de continuar. Al respecto, deseamos que no se extienda indefinidamente.

En otro orden, no creemos que la comunidad docente, y de padres de la escuela hayan hecho una suerte de pacto o conjura de silencio, mantenida durante décadas. Tampoco resulta convincente que este hecho de por sí inaudito pasara al olvido colectivo de los protagonistas, y su entorno. Acaso sea posible que los testigos decidieran no comentar lo sucedido a los demás concurrentes, pero parece improbable que los “gritos provenientes de la calle” y “el intenso resplandor que irradiaba el objeto”, pasaran desapercibidos por ellos.

Confiamos en la honradez de los encuestadores antes citados, quienes merecen nuestro respeto, pero en virtud de la falta de testimonios corroborativos y de una adecuada investigación -como lo reconoció Aldunati- llevada a cabo en aquellos años, debemos concluir, al menos en forma provisoria, que el caso presenta datos insuficientes para su evaluación.

Referencias

(1) Espacio, Rosario, año 2, No. 2, 1er. cuatrimestre 1969, Págs. 4/5.

(2) Reinoso, Luis A., Tras las huellas de los OVNIs, Edic. EDOVNI, Rosario, 1988, Pág. 52.

[1] Este artículo fue publicado originalmente en Los Identificados. Casuística OVNI con ocupantes en Argentina, N° III, Buenos Aires, julio de 1993, páginas 27-29. Agradecemos al doctor Banchs su autorización para publicarlo.

[2] A la consulta epistolar -reiterada en 1985 y 1986- no obtuvimos respuesta. No obstante, en 1984 Aldunati nos comenta en forma personal que no sabía dónde conservaba los datos. Y en 1986, comunica que en marzo nos habría hecho llegar un informe más completo, con los nombres de dos testigos. Dicha carta jamás llegó a nuestras manos. En 1987 recogemos el comentario de que junto a Aldunati, el caso fue investigado por el rosarino Luis Reinoso, sin obtener tampoco una respuesta a las varias tentativas. Precisamente, un libro de su autoría (2) menciona el episodio, pero se limita a reproducir -en forma parcial y con algunos errores- el artículo original. 

http://www.visionovni.com.ar/modules/news/article.php?storyid=886

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